Soy totalmente ajena a ti...
e impávida tu mirada me observa
dejando mi corazón a la deriva
que hieres de a poco hasta morir.
Tus ojos reflejan el cinismo
sin ver el daño que has causado
no importando caiga en el abismo,
mi alma triste hecha pedazos.
Estamos frente a frente
como dos extraños hablando sin hablar
amando sin después amar....
me siento observada por la gente.
Que capricho tan amable
entregar la vida en un instante
y al otro verme sufrir...
dejando tu estocada al partir.
Bebo lentamente mi café
sintiendo el amargo sabor del adiós
mil cosas suceden en mi interior
no escucho ya risas del ayer.
El vital liquido traspasa mi garganta
calienta suavemente mi alma
mi espíritu renueva mi semblante
no siento ya que pierdo un amante.
Degustan mis labios un distinto café
he cambiado el rumbo de mi vida
aun ansío al hombre que se fué
mas no caeré en la cobardía.
Pero también me lleno de nostalgia
al paso del tiempo inevitable....
añorando estar enamorada
cuando miro al costado de mi calle.
Maria Gricelda
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